Expresan la consecuencia o deducción de algo. Se forman con un intensificador y la conjunción que. Este intensificador puede ser:
– El adverbio tan + SAdj.+ que: Me parece tan malo que no pienso ir a verla
– El determinante tanto y sus variantes de género y número + SN + que. Ej: Tiene tantas cosas en su habitación que no hay quien entre.
– El determinante tal + SN + que. Ej: Dijo tales tonterías que nadie le escuchó.
– Los determinantes un (una/os/as) y cada + SN + que. Ej: Tiene cada idea que da miedo
En el análisis sintáctico, el intensificador y el SN o SAdj. que le siguen se analizan como complementos del predicado principal y la oración subordinada comienza con la conjunción que.
Nexos:
Únicamente tiene un nexo, la conjunción que. Insistimos en que el intensificador forma parte del SN o SAdj. Complemento del verbo principal.
Ejemplos:
Sabe tantas cosas que nadie se atreve a poner en duda lo que dice.
Va corriendo de tal modo que va a estrellarse
*NOTA: En la gramática tradicional, también se consideraban subordinadas consecutivas no intensivas las introducidas por locuciones y conjunciones como luego, conque, pues, así es que, por consiguiente, por lo tanto, así, de tal manera que, de tal suerte que, etc. Hoy en día estas oraciones se incluyen dentro de las coordinadas (hay varias pruebas para demostrar que, efectivamente, no son subordinadas). Pero no con la denominación de coordinadas consecutivas, sino que la Nueva gramática de la lengua española las clasifica como coordinadas ilativas (terminología que seguimos aquí).